jueves, 23 de febrero de 2012

Los autillos de Madrid están en jaque.

Las grandes ciudades no parecen un lugar adecuado para encontrar aves rapaces y si embargo, las hay. Entre altos edificios podemos encontrar halcones peregrinos (Falco peregrinus) que encuentran en las altas repisas lugares perfectos de nidificación y las abundantes palomas son una fuente inmejorable de alimento. La oscuridad también ofrece un lugar protegido para otras rapaces, obviamente nocturnas en este caso, donde podemos encontrar autillos (Otus scops), mochuelos (Athene noctua) o lechuzas (Tyto alba).

Al amparo de las sombras, en ciudades masificadas como Madrid, los más abundantes son los autillos que encuentran en los grandes jardines y zonas arboladas el lugar perfecto para vivir. Desapercibidos de día y silenciosos de noche, encuentran en los huecos de árboles o los nidos de córvidos un lugar favorable para establecer sus nidos y la cantidad de insectos que pueblan estos parques sirven de alimento para estos pequeños búhos. De hecho es el búho de menor porte que podemos encontrar en la península ibérica.

El autillo (Otus scops) es una de las rapaces más frecuentes en ambientes urbanos ligada a zonas arboladas o reductos de masas forestales.

Pero es un ave que está en declive en Madrid capital, más acusado desde 2011 cuando se empezó a observar que los pollos que nacían morían de inanición. Al parecer y gracias a un estudio realizado por Brinzal, unos parásitos son los causantes de esta mortalidad infantil. La acción de estos parásitos produce graves daños en la zona de la boca de los pollos de autillo, de manera que estos tienen dificultades para alimentarse, lo cual acaba desencadenando la muerte del jóven búho por inanición.

Los estudios avanzan de forma que se buscan soluciones a la presencia de estos parásitos, por primera vez detectados creando lesiones en la boca, intentando mejorar las condiciones sanitarias para lograr que de nuevo, aumenten las poblaciones de esta pequeña rapaz nocturna.