Un estudio de científicos de la Estación Biológica de Doñana y la Universidad de Washington ha revelado que un alto porcentaje de milanos negros jóvenes padecen estrés y no se emparejan ni construyen un nido hasta cumplir los siete años.
Los machos solteros muestran unos niveles de respuesta al estrés muy superiores a los de aves reproductoras y no todas se emparejan y construyen un nido al llegar la primavera, según ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Este estudio llevado a cabo en Doñana revela que una gran parte de los milanos negros (Milvus migrans) son aves jóvenes que ni se emparejan ni construyen nido y que esta situación, que puede prolongarse hasta la edad de siete años, ocurre a pesar que estas aves retornan cada primavera desde los cuarteles de invernada en África, tras recorrer miles de kilómetros.
Pareja de milanos negros. |
Los investigadores de la Estación Biológica de Doñana midieron los niveles de varias hormonas sexuales para concluir que las aves jóvenes son, desde un punto de vista fisiológico, tan competentes y sexualmente maduras como los reproductores de mayor edad.
Por tanto, el problema para reproducirse radica en el estrés que los machos solteros sufren cuando los milanos de mayor edad monopolizan los lugares de reproducción al impedir su acceso a unos territorios de cría que son limitados.
En el caso de las hembras el patrón se invierte y son las jóvenes solteras quienes muestran un menor estrés. Unas diferencias que también pueden ser explicadas por el proceso de competencia territorial, que tiene un carácter predominantemente masculino en la mayoría de las aves monógamas.
Esta conclusión ha sido publicada en la edición de julio de la revista Physiological and Biochemical Zoology, como resultado de la investigación de científicos de la Estación Biológica de Doñana, y el CSIC.
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