lunes, 17 de diciembre de 2012

Un águila ataca a un avión (teledirigido).

Entre las aves rapaces, las hay gregarias como los buitres que forman grandes agrupaciones y se reproducen a muy poca distancia entre ellos y las hay solitarias, donde normalmente una pareja defiende un territorio donde anida y expulsa, a veces con fiereza, a otras aves de presa o a otras aves que lo invadan. No es difícil observar grandes aves rapaces como por ejemplo un águila real (Aquila chrisaetos) siendo ostigada por rapaces de mucho menos tamaño como puedan ser ratoneros o milanos, para expulsar a la primera del territorio de cría de estos segundos, por poner un ejemplo. Incluso, por aves que ni siquiera son rapaces, como los córvidos.

El siguiente vídeo es muy revelador de este comportamiento. Aunque sus imagenes no son del todo nítidas, se llega a apreciar desde la cámara instalada en un avión teledirigido como un águila ataca repetidamente al aparato seguramente porque éste esté sobrevolando su territorio. Más aún en un vídeo que tiene miga, podemos observar que a su vez, el águila también es atacada por un pájaro mucho más pequeño, posiblemente un córvido.

Las imágenes son vertiginosas, pero parece tratarse de un águila real. Disfrutad el vídeo.


Raptor attack! from Billwhit on Vimeo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Semana aciaga para el águila imperial.

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es el ave rapaz más amenazada de Europa y desde 2006 es objeto de un ambicioso plan de recuperación de la especie llamado Alzando el vuelo que está dando sus frutos. De poco más de 80 parejas, se ha pasado a las 318 parejas reproductoras actuales, mostrando una celebrada tendencia positiva. Pero no todo son buenas noticias para el águila imperial y menos en esta semana, negra para dicha especie. Dos ejemplares han aparecido muertos en España reflejando dos de sus principales amenazas. Aunque los dos ejemplares aparecieron muertos el día 18 de noviembre, no fue hasta hace pocos días que la prensa y los medios se han hecho eco de estas pérdidas.

Águila imperial ibérica aparecida muerta en Mata de Cuellar (Segovia) el 18 de noviembre.

El primer águila imperial moría envenenada en Mata de Cuellar (Segovia) entre las provincias de Segovia y Valladolid. A la vez que se llama la atención sobre el águila encontrada, también se informa de la aparición de una loba (Canis lupus signatus) envenenada. Desgraciadamente en la zona no es la primera vez que se encuentran animales envenenados como recoge la propia nota de presa: "El Águila imperial apareció entre los límites de las provincias de Valladolid y Segovia el día 18 de noviembre, hay que recordar que en esta misma comarca apareció otra Águila imperial muerta con síntomas de envenenamiento en marzo de este año, en Pedrajas de San Esteban, y hace dos años otra en Olmedo. También se han encontrado muertas otras especies en peligro de extinción como el Milano real en varios envenenamientos en Iscar, siendo la zona sur de Valladolid una de las más castigadas por esta lacra del veneno, sin que en esta provincia se haya tomado ninguna medida sancionadora ni recuperadora, ni ninguna otra iniciativa eficaz contra  esta grave escalada de envenenamientos de fauna amenazada."

Respecto al segundo ejemplar de águila imperial encontrado muerto, de nuevo apareció el día 18 de noviembre pero esta vez no a causa del veneno, si no de un disparo. El ave se halló con 53 perdigones en el interior de un saco de piensos tirado en una cuneta. Se trata de un ave anillada que había nacido tan sólo seis meses atrás en Rascafría (Madrid), zona donde habitualmente no cría esta especie y que había sido ocupada por una pareja reproductora, por lo que fue realizado un fuerte seguimiento del nido. En éste se pudo observar un episodio de cainísmo que obligó a intervenir para salvar a uno de los pollos. El ejemplar malogrado se encontraba en uno de los vuelos de dispersión típicos de la especie cuando fue abatido por algún desalmado. Para saber más podéis leer este artículo de El País donde se detalla todo lo concerniente a este trágico hallazgo.

Confiamos en que no haya que lamentar más pérdidas y que los responsables de estos desastres naturales no queden impunes y paguen por el daño que ocasionan a nuestra diversidad.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El águila pescadora vuelve como reproductora.

Llevo unos días preocupado porque no dejo de leer muchas noticias relacionadas con casos de envenenamiento de fauna que en su mayoría afectan directamente a aves rapaces, lo cual demuestra un repunte de esta práctica ilícita. Me ocuparé de este tema más adelante pero hoy quería acercar esta buena noticia encontrada entre tantas malas.

El águila pescadora (Pandion haliaetus) desapareció como reproductora en la península ibérica en los años 80 fruto de la persecución directa, la degradación del hábitat... Los humedales donde habita esta singular ave rapaz fueron maltratados reiteradamente al final del siglo pasado, lo cual, unido a épocas de intensa sequía, produjo que se llegara a una situación límite en muchos de ellos. Como por ejemplo en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Por fortuna, gracias al convenio Ramsar, la protección sobre los espacios húmedos es mucho mayor en los últimos años y junto a unos años de precipitaciones más favorables, se ha logrado que muchos humedales luzcan un mejor aspecto que en años anteriores. De esta manera, son varias las buenas noticias que proceden de estos lugares, como por ejemplo, el número máximo histórico registrado de flamencos (Phoenicopterus rosaeus) en la laguna de Pétrola (Albacete) con un total de 2544 en abril y la reproducción de los mismos que no se daba en dicha laguna desde los años 1999 y 2000. El resultado fue que nacieron 812 nuevos flamencos.

Águila pescadora en el Parque Nacional de Doñana.

En el caso del águila pescadora, desde la Cosejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Andalucía, con la colaboración de la Estación Biológica de Doñana, la Fundación Migres y la Fundación Banco Santander se lleva a cabo un proyecto de reintroducción del águila pescadora en diversos territorios de Huelva y Cádiz como por ejempo en el Parque Natural de las marismas del Odiel. Desde 2003 se han reintroducido 164 pollos y como resultado, en este año 2012 se han establecido en dichas zonas seis parejas reproductoras que han sacado adelante diez pollos.

martes, 13 de noviembre de 2012

Nuevo número de Journal of Feelsynapsis (JoF) - Número 7

¡Ya está aquí nuestra dosis bimensual de ciencia! Fiel a su cita la revista de divulgación científica online y gratuita hace de nuevo aparición en un número muy especial ya que es el primer aniversario del proyecto. Un proyecto que va cogiendo fuerza número a número y cuenta con un grupo de excelentes divulgadores y personas a bordo. Y esta nueva edición es un buenísimo ejemplo. Goza de una maquetación impecable a cargo de nuestro capitán al mando, Enrique Royuela (@Eroyuela) quien nuevamente hace un trabajo impresionante y en tiempo récord (Creémos que se alimenta a base de plutonio, si no no hay explicación). 

El contenido vuelve a ser espectacular con una serie de artículos de una calidad excelsa donde podemos encontrar una variedad de temas que van desde la actualidad con el bosón de Higgs, enfermedades como el autismo y la sinestesia, un artículo de claros tintes cinematográficos de la manos de Frankestein y la moderna Prometheus, temas tan en boga como el cáncer o los transgénicos, un apasionante recorrido por la biodiversidad de las montañas etíopes... Haríais muy mal en dejar pasar la oportunidad de acercaros a unos temas tan suculentos.

Portada del número 7 de Journal of Feelsynapsis (JoF).

Personalmente, encontraréis una foto mía de un milano negro en la sección "De cara a la galería" donde además se pueden encontrar más fotos increíbles.

Corren tiempos difíciles para la ciencia. Son muchos los recortes presupuestarios que se están realizando y muchos buenos científicos ven truncadas sus carreras por la falta de una oportunidad o por el fin de ésta. Sin ciencia no hay progreso y es algo a lo que desgraciadamente, tendemos. Por eso proyectos como este requieren del máximo altavoz que seamos capaces de proporcionar. Acerquemos la ciencia a todos porque, en buena medida, el futuro depende de ello.

Para descargar Journal of Feelsynapsis (JoF) - Número 7 Noviembre 2012 - Pulsa aquí.

Para ver los números anteriores de Journal of Feelsynapsis (JoF) - Pulsa aquí o dirígete a la pestaña de la revista en esta misma página.

Disfrutad de la lectura y feliz aniversario a JoF. ¡Que vengan muchos más!  

lunes, 29 de octubre de 2012

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos.
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
 Dimensiones: 29 x 42 cm.
Lápices de grafito: 4H, 2H, F, B, 2B, 4B, 5B.
Papel: YZ Amigos. 110 g/m2
 
Un nuevo dibujo dedicado a una de las rapaces más singulares que pueblan la geografía española, el quebrantahuesos. ¿Cómo es? El quebrantahuesos es un ave rapaz de gran tamaño. De silueta en vuelo esbelta y estilizada, posee unas alas largas y estrechas acabadas en punta y una cola larga en forma de cuña. Presenta un dimorfismo sexual inverso, es decir, las hembras son de mayor tamaño que los machos aunque esta diferencia es pequeña y en condiciones naturales es inapreciable. Respecto a la coloración no presentan diferencias entre ambos sexos. En los adultos el plumaje de la cabeza, el vientre y el pecho varía desde el blanco hasta tonalidades herrumbrosas. Las plumas del dorso, alas y cola son de un gris pizarroso. Son muy características las plumas que nacen en la base del pico a modo de bigotes y los ojos amarillos rodeados del anillo esclerótico rojo. El plumaje propio de los adultos lo alcanzan a los seis años. Antes de adquirirlo presentan una gran variabilidad de libreas asociadas a la edad. Por lo general, los pollos tienen un plumaje muy oscuro que se va aclarando progresivamente hasta alcanzar su apariencia adulta.
 
            ¿Son todos iguales? No. Existen dos subespecies. La que encontramos en España y a la que nos referiremos es Gypaetus barbatus barbatus (Linnaeus, 1758) que habita las montañas de Eurasia y el norte de África. La segunda es Gypaetus barbatus meridionalis (Keyserling & Blasius, 1840) y está presente en el sur y este de África. Esta última se distingue de la primera por poseer una mancha auricular negra, cerdas negras en la cara y calzas muy pobladas.

            ¿Qué come? Se alimenta de restos óseos, pellejos, tendones e incluso pequeñas carroñas. Puede engullir los huesos enteros y digerirlos, hasta un tamaño máximo de 25 cm. de largo y 8 cm. de ancho. El hueso, en caso de superar dicho tamaño, será arrojado repetidamente desde el aire sobre una zona rocosa o pedriza adecuada que se denomina rompedero. Sus requerimientos energéticos superan las 600 Kcal/día, lo que supone entre dos y tres patas de cordero al día.

            ¿Cómo se reproduce? Tiene un ciclo reproductivo muy extenso que comienza a mediados de octubre cuando la pareja inicia el cortejo y acarrea materiales al nido. Éste es una enorme plataforma formada por ramas y forrada con una espesa capa de lana. Algunos años rehabilita nidos utilizados en anteriores temporadas. Ambos componentes comparten las tareas de construcción del nido, incubación y crianza del pollo. Generalmente entre la segunda semana de diciembre y principios de marzo se produce la puesta que suele constar de uno o dos huevos. El período de incubación es de cincuenta y cuatro días tras los cuales nace el primer pollo y cinco o siete días después eclosiona el segundo. Este último pollo está condenado a morir de inanición a causa de la competencia o de la agresión del hermano mayor (fenómeno conocido como cainismo). Su productividad es muy baja (inferior a 0,4 pollos/pareja) El período de eclosión se extiende entre principios de marzo y la segunda mitad de abril.  La estancia en el nido del pollo es de cuatro meses tras los cuales permanecerá en el territorio parental durante otros 70-250 días tras su primer vuelo. Una vez que el pollo haya abandonado dicho territorio, sus progenitores entrarán en celo de nuevo. Los adultos reproductores son sedentarios, pero los jóvenes, subadultos y adultos no reproductores son muy móviles, realizando movimientos dispersivos hasta alcanzar la madurez sexual, momento en el que ocupan un territorio y forman pareja. Los quebrantahuesos son monógamos, aunque se han detectado variaciones en forma de tríos poliándricos o incluso algún cuarteto.

            ¿Dónde viven? Se trata de una rapaz rupícola. Aloja sus nidos en grandes paredes rocosas, generalmente en cuevas, repisas o grietas. La altitud de nidificación oscila entre 600 y 2400 msnm.
            En España, hacia finales del siglo XIX el quebrantahuesos estaba presente en las principales sierras de la península ibérica. Desgraciadamente, hoy en día sólo está presente en la cordillera de los Pirineos y en los montes vascos. Hay proyectos de reintroducción en las sierras de Cazorla, Segura y las Villas y en la cordillera Cantábrica. Cuenta con una población reproductora de 117 unidades reproductoras, repartidas por Aragón (62%), Cataluña (32%) y Navarra (6%). Se desconoce el número de individuos que constituyen la población pirenaica, únicamente puede estimarse que el número de reproductores sería alrededor de 330 ejemplares.

            Mundialmente, el quebrantahuesos habita los principales sistemas montañosos del norte, este y sur-este de África, Europa y Asia, con una población de entre 1000 y 10000 individuos. En Europa está presente en Córcega (7 parejas reproductoras), Creta (4 parejas reproductoras), Pirineos franceses (35 parejas reproductoras), Andorra (1 pareja reproductora) y desde 2004 en los Alpes (20 parejas reproductoras) gracias a un proyecto de reintroducción.

            ¿Por qué hay tan pocos? El quebrantahuesos es una de las aves más amenazadas de Europa. En España consta como En peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y En peligro en el Libro Rojo de las Aves de España. Sus principales amenazas son los cebos envenenados, colisiones y electrocuciones con tendidos eléctricos, disparos e intoxicación con plomo y pesticidas. A su vez, también le afecta la reducción de recursos alimenticios y las molestias humanas cerca de sus lugares de nidificación como actividades turísticas y deportivas.

            En el año 2000 se aprobó el documento Estrategia para la conservación del quebrantahuesos por parte de la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza para asegurar la recuperación de la especie en España.

martes, 16 de octubre de 2012

Las aves rapaces de Nueva Zelanda.

Nueva Zelanda es un paraíso natural que alberga una diversidad tremenda entre las aves a pesar de que desde que llegaran los primeros colonos ingleses y escoceses, introdujeran una gran cantidad de especies foráneas en aras de que aquellas extrañas tierras les recordaran a las de su lugar de procedencia. Para la fauna y flora neozelandesa fue un duro revés y muchas especies se extinguieron fruto de la acción dañina de gatos, ratas... y la competencia de especies europeas que las desplazaban de sus nichos. Por fortuna, muchas de las especies perduran y se han creado espacios protegidos donde se potencia la fauna original y se erradica la introducida y de esta manera aún es posible contemplar una cantidad de aves muy singular. Entre los habitantes más destacados de Nueva Zelanda podemos encontrar kakapos (el único loro nocturno y no volador), el kea (el único loro alpino), la cigüeñuela negra (el límicola más escaso del mundo) o los emblemáticos kiwis de los que hay varias especies.

Paisaje de Nueva Zelanda.

Las rapaces no son un grupo muy diverso en Nueva Zelanda. De hecho sólo encontramos a una especie nocturna y dos diurnas aunque ocasionalmente aparece una tercera especie divagante desde Australia. Vamos a ver de qué especies se tratan.

Comenzamos por la única ave rapaz nocturna presente, se trata del Nínox maorí (Ninox novaesselandiae). Este pequeño búho pertenece a un grupo llamado lechuzas gavilanas. Es de hábitos nocturnos y crepusculares y es al atardecer y al amanecer cuando presenta sus picos de actividad para la captura de presas. Es de tamaño reducido y caza principalmente insectos (como los wetas, uno de los insectos más grandes y pesados), micromamíferos y pequeños reptiles como lagartijas, etc. También dan caza a pequeñas aves dando muestras de una agilidad y velocidad remarcables. Por la noche es muy común oir su canto, al parecer similar al del cuco. Habita en un amplio rango de ecosistemas, desde bosques tropicales, hasta islotes de vegetación en zonas semiáridas, zonas de cultivo o asociado a zonas urbanizadas. Anida en huecos de los árboles o en mechones gruesos de plantas. Se cree que la danza Haka de los maoríes imita el comportamiento de este ave al que llaman ruru.

Nínox maorí.

El aguilucho lagunero del Pacífico (Circus approximans) es el ave rapaz más común en Nueva Zelanda y se ve con relativa frecuencia. Se le puede encontrar distribuido por gran parte de Australasia. Generalmente es sedentario sobre todo en islas pequeñas, en Nueva Zelanda se registran movimientos entre las dos islas principales. Es común que durante la época no reproductora los individuos deambulen en función de la disponibilidad de alimento. Habitan en una gran cantidad de ecosistemas, así se los puede encontrar lagos con carrizos, marjales, llanuras aluviales, herbazales... En Nueva Zelanda a menudo se los encuentra sobre tierras de labranza con hierba baja y laderas y mesetas de tierras altas con vegetación. Se trata de un aguilucho voluminoso y más bien grande, presenta una gorguera facial tipo búho y es común verlo posado en tocones, en el suelo, montecillos y no tanto en árboles. Presentan dimorfismo sexual ya que la hembra es de mayor tamaño que el macho. Su alimentación se basa en aves (tanto terrestres como acuáticas) y sus huevos, mamíferos pequeños, ranas, serpientes y otros reptiles, grandes insectos y ocasionalmente peces. Parece ser que para la población neozelandesa la carroña es especialmente importante, incluyendo peces muertos y víctimas del tráfico.  Puede capturar sus presas en el suelo o en el agua. Algo curioso es que si falla en el ataque no suele repetirlo. Solitario o laxamente gregario, migra en grupos y duerme comunalmente. En la época de reproducción el macho asciende pronunciadamente y desciende en espiral como una hoja que cae en la danza de cortejo. La reproducción tiene lugar entre septiembre y febrero. El nido suele estar construido en el suelo o en aguas muy someras, generalmente entre carrizos y ocasionalmente en vegetación muy exhuberante. Como curiosidad, los individuos presentes en Nueva Zelanda pertencen a la subespecie Circus approximans gouldi que se caracterizan por ser más oscuros por arriba y más listados por abajo.

Aguilucho lagunero del Pacífico.

La otra rapaz diurna que se encuentra en Nueva Zelanda es el halcón maorí (Falco novaezeelandiae), mucho menos común que el aguilucho que hemos visto anteriormente pero no por ello se teme por sus poblaciones. Es endémica de Nueva Zelanda y está bien distribuído por su geografía. Es la especie de  halcón más meridional excepto los tres que crían en la Tierra del Fuego. Los adultos son sedentarios y los jóvenes un poco más dispersivos. Aunque los halcones suelen habitar zonas montañosas, el halcón maorí está adaptdo a vivir en bosques originalmente indígenas y matorrales densos aunque debido a la gran deforestación se ha adaptado a herbazales y pastizales. Se trata de un halcón de tamaño mediano a grande y poderoso, de alas pequeñas y cola alargada. Se suele posar en árboles a la vista pero también dentro de la copa. Varía muy poco el plumaje entre sexos y la principal diferencia es que la hembra es de mayor tamaño. Captura principalmente aves (el 80% de las capturas), también algunos mamíferos (el 3% de las presas pero representan el 40% de biomasa que ingiere), lagartos e insectos y excepcionalmente carroña incluyendo pescado. Captura las presas en vuelo, en el suelo o entre el follaje, comúnmente caza al acecho también desde una percha. Suele atacar en vuelo directo, persiguiendo a la presa e incluso siguiéndola dentro de matorrales o edificios si es necesario. Las parejas pueden cazar en cooperación. Normalmente solitario o en parejas. Los vuelos de exhibición son circulares con diversas formas de juegos y picados fingidos y persecuciones simuladas acompañadas de acrobacias y reclamos. La reproducción se da entre septiembre y febrero. La puesta, de entre 2 y 4 huevos, tiene lugar en una depresión en la hierba o en el suelo, en un saliente de un risco, en el suelo debajo de un tronco o de vegetación densa, en epífitas que crecen en troncos de árboles muertos. 

Halcón maorí.

Como puede verse, son lugares muy poco comunes para la puesta de un halcón y esto se observa en muchas de las aves endémicas de Nueva Zelanda. Ante la ausencia de depredadores terrestres, principalmente mamíferos, estas aves podían nidificar en el suelo o en sitios accesibles con relativa seguridad, por ello tanto el halcón, como los loros que hemos citado antes (el kakapo y el kea)... nidifican en el suelo. Tal es la seguridad que las aves tenían en el suelo que muchas de ellas perdieron la capacidad de volar, como el kakapo o el weca o el takahe que son dos especies de rálidos ápteros, el primero es una especie de rascón y el segundo de calamón. También existe un cormorán con alas atrofiadas y otros ilustres pájaros no voladores son los mencionados kiwis. Hace 200 años con la introducción de gatos y ratas principalmente por parte de los colonos, las poblaciones de estos pájaros empezaron a descender drásticamente porque los nidos quedaban al acceso de estos nuevos depredadores. Este es un buen ejemplo de como las aves se adaptan evolutivamente a un entorno libre de depredadores terrestres y como la introducción de especies invasoras puede tener consecuencias catastróficas.

La tercera de las aves rapaces que podemos encontrar en Nueva Zelanda es el cernícalo australiano (Falco cenchroides) que no siempre se encuentra en las islas si no que se trata de un divagante ocasional. Estos individuos divagantes son generalmente inmaduros pero su presencia es poco frecuente. En el período de 1889 a 1965 se observaron sólo 15 individuos y en 1969 se produjo una pequeña irrupción. Por tanto, la presencia del cernícalo australiano se convierte en casi circunstancial y producto de los movimientos de ejemplares procedentes del sur de Australia, de las islas de Norfolk y Lord Howe o de Tasmania donde sí se reproduce. Se trata de un halcón pequeño, similar en tamaño, forma y carácter al cernícalo vulgar presente en España. Captura pequeñas aves, mamíferos, insectos y reptiles.

Cernícalo australiano.

Pues bien, a pesar de que la representación de aves de presa en Nueva Zelanda no es muy abundante en cuanto a su número, podemos comprobar que la singularidad (y la insularidad) del hábitat hace que las cuatro especies presenten curiosidades muy reseñables. Si alguna vez tenéis la fortuna de viajar a Nueva Zelanda no perdáis la oportunidad de disfrutar de su fauna que es francamente peculiar y extraordinaria.

lunes, 8 de octubre de 2012

El número 6 de Journal of Feelsynapsis (JoF) ¡ya está disponible!

Nuevo número de la revista online y gratuita que divulga la ciencia de una manera fácil, amena y para todos los públicos. La podéis descargar directamente en pdf aquí o podéis leerla directamente en el ordenador aquí.

Portada del nuevo número de Journal of Feelsynapsis.

La calidad del proyecto queda demostrada de nuevo en esta nueva revista, repleta de artículos interesantes y de actualidad. De esta manera, los Joferos nos invitan a visitar Marte de manos del Curiosity, descubrir más sobre los imprescindibles anticuerpos, conocer qué son las células madre de las que todo el mundo ha oído hablar pero no todos saben sus tipos y aplicaciones, aprenderemos más sobre el cáncer, una enfermedad que por desgracia está muy presente en nuestro día a día, averiguaremos si los alimentos funcionales que tan de moda están en nuestros supermercados, son funcionales realmente... y mucho contenido más que os animo a leer y sobre todo a disfrutar.

En el presente número podéis encontrar un artículo escrito por mi y por Leticia Puerta sobre el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). En él tratamos de acercar la biología de esta impresionante rapaz y su actual situación poblacional asi como sus amenazas. Como podéis comprobar un recorrido bastante completo por la vida de una de las rapaces más fascinantes y que más secretos y curiosidades guardan de nuestra fauna. Espero que lo disfrutéis tanto como yo me he divertido al escribirlo y dibujarlo.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Uno de mis dibujos que podréis encontrar en la revista.

 No quería terminar sin agradecer a todos mis compañeros/as de JoF la dedicación y el esfuerzo volcados en el proyecto, cada número que se publica se superan. ¡Enhorabuena compañeros!


Podéis encontrar todos los números de Journal of Feelsynapsis en este mismo blog en la pestaña dedicada a la revista.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Tendencias del águila imperial y el águila perdicera en Castilla - La Mancha

En los últimos años gracias a la protección legal de la que se vienen beneficiando las aves rapaces en la península ibérica, se viene  registrando una tendencia positiva en sus poblaciones. Por lo general, las grandes aves rapaces muestran un incremento poblacional fruto de todas las medidas y correcciones que hacen disminuir su mortalidad y aumentar sus tasas reproductoras. Pero no todas ofrecen una tendencia tan prometedora. Tal el es el caso del águila azor perdicera (Aquila fasciata).

No hace mucho se nos informaba de la precaria situación del águila perdicera en Italia. A continuación vamos a profundizar en el estado de esta especie en Castilla - La Mancha, prueba de que también en España hay poblaciones que muestran síntomas preocupantes. En 1990 el censo poblacional del águila azor perdicera en Castilla - La Mancha era de 88 - 98 parejas, si bien se piensa que en alguno de los territorios se inflaron estos datos. En 2011, se estima que la población castellanomanchega de esta rapaz asciende a 85 - 87 parejas lo cual supone una reducción de la población de entre un 2,3 a un 13%. Un descenso moderado pero preocupante.

Pareja de águila azor perdicera (Aquila fasciata).

Comparando estos resultados con los del águila imperial ibérica (Aquila adalberti) se observan dos tendencias poblacionales opuestas, ya que en 1990 el águila imperial contaba con 30 parejas en la comunidad autónoma y pasó en 2011 a la suma de 114 parejas. Esto supone un incremento del 380%. Una noticia estupenda para el endemismo ibérico.

No son los únicos datos que contraponen estas dos aves rapaces. El águila azor perdicera tiene un menos éxito reproductivo que el águila imperial. En 2011 el valor de productividad de la perdicera fue de 0,82 pollos y el de la imperial fue de 1,36. Estos valores vienen dados por un alto fracaso reproductivo que en el caso del águila perdicera supera el 50% con frecuencia. Además, la mortalidad en el primer año de vida es también muy superior en el águila perdicera con un 75-80% comparada con la del águila imperial, del 20%. Y por si no fuera suficiente, el águila perdicera presenta tasas anuales de mortalidad adulta del 20% en algunas regiones.

Águila imperial ibérica (Aquila adalberti).

¿Cómo es posible que una especie muestre unos datos sensiblemente mejores que la otra? Pues bien, hay una serie de actuaciones que pueden explicar la magnífica recuperación del águila imperial pero que no terminan de revelar el retroceso de la perdicera. Entre las medidas adoptadas están las modificaciones en el tendido eléctrico que se han llevado a cabo mayoritariamente en territorios propios del águila imperial. Además, el águila perdicera muestra una tendencia a posarse en zonas interiores de las torres eléctricas mientras que el águila imperial y el águila real (Aquila chrysaetos) suelen descansar en zonas más externas, blanco de las principales medidas correctoras. Por lo tanto, ha de determinarse con mayor rigor si esas medidas son efectivas, no sólo para aves como el águila imperial y la real, si no también para otras como el águila perdicera.

Es importante frenar esta tendencia a la baja del águila azor perdicera en Castilla - La Mancha puesto que es una zona muy importante para la especie. Se ha comprobado que son territorios utilizados por juveniles en dispersión, muchas veces procedentes de otras comunidades autónomas e incluso de otros países. A su vez, quedan muchos aspectos por dilucidar como la posible competencia que puedan encontrar con otras especies tales como el águila real, el águila imperial, el buitre leonado (Gyps fulvus) o el búho real (Bubo bubo).

En resumen, podemos alegrarnos de la mejoría poblacional del águila imperial y esperar a que continúe por ese camino. Por contra, se ha de estar alerta con la delicada situación del águila azor perdicera y alentar a que el Plan de Recuperación del águila perdicera en Castilla - La Mancha, que en la actualidad se está tramitando, llegue cuanto antes y contribuya al restablecimiento y mejora de sus poblaciones manchegas.

Más información: "La difícil recuperación del águila perdicera en Castilla - La Mancha" Castaño, J.P. Cuaderno 317 Julio. Quercus.

miércoles, 18 de julio de 2012

¿Por qué el alimoche tiene la cara amarilla?

El alimoche (Neophron percnopterus) es el más pequeño de los buitres que habitan en la península ibérica pero no por ello guarda menos interés que el resto. Es más, acapara una jugosa colección de curiosidades. Hoy nos vamos a ocupar del intenso y llamativo color amarillo que presenta en gran parte de la cabeza, sin duda una de sus señas de identidad más destacables. No olvidemos que es el único buitre en el mundo con la cara completamente amarilla.

Es bien conocido que los alimoches juveniles no muestran ese color amarillo en la cara, siendo grisáceo y con ciertos tonos azulados y entre los ejemplares adultos se puede observar cierta variación de intensidad en el color. Varias preguntas nos asaltan con ello: ¿cómo adquieren ese color amarillo? y ¿para qué? Un grupo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana estudió el enigma y como resultado publicaron un artículo en Nature desvelando el misterio.

Alimoche (Neophron percnopterus) en vuelo donde se aprecia su característico rostro amarillo.

De esta manera, descubrieron que la razón por la que el alimoche luce ese color amarillo en la cara se debe a los carotenoides, que son unos pigmentos de origen vegetal. Esto llevaría a pensar que el alimoche incluye vegetales en algún punto de su dieta, pero eso no ocurre. ¿Entonces de dónde los obtiene? Pues se observó que la luteína es el principal pigmento presente en el alimoche y ese pigmento procede de los huevos de otras aves, de insectos como los saltamontes y principalmente de las heces de cabras, ovejas, vacas y otros ungulados silvestres. Así, se observó experimentalmente que ofreciendo excrementos como alimento a un grupo de alimoches controlado, se intensificaba en éstos el color amarillo de sus caras. Esta conducta de alimentarse de excrementos ya había sido observada y había quedado reflejada en la cultura popular ya que en muchos puntos del Valle del Ebro a los alimoches se los llama "comemierdas" debido a ese hábito de hurgar en las heces. Esto demuestra la sabiduría que recogen todos los dichos populares. Pero faltaba darle la interpretación adecuada.

Esa interpretación también llegó de la mano del citado estudio. De esta manera, esos carotenoides que intensifican el color amarillo de la cara del alimoche parecen jugar un papel importante en la selección sexual, de forma que los alimoches con la cara más amarilla tienen más éxito con sus parejas y además parecen indicar un alto rango jerárquico, de manera que a más color amarillo, más dominante es el individuo que lo exhibe. A su vez, estos carotenoides presentan propiedades antioxidantes y de refuerzo del sistema inmune. Esto es debido a que la ingesta de esos pigmentos tiene consecuencias para los alimoches, dado que nutricionalmente los excrementos les aportan muy poco pero consumirlos en exceso favorece la presencia de parásitos en el intestino, por lo que sólo los individuos que estén en unas óptimas condiciones serán capaces de no verse afectados y de mostrar un color amarillo muy llamativo, que les confiere el consiguiente incremento reproductor.

lunes, 28 de mayo de 2012

El águila de Haast, el águila más grande que la Tierra ha visto.

A menudo nos sorprendemos con la formidable talla que alcanzan algunas de las rapaces más grandes del planeta como por ejemplo el cóndor de los Andes o nuestros más ibericos buitres leonados, quebrantahuesos, etc. Pero estos colosos aéreos se quedan pequeños comparados con algunas especies que, por desgracia, se cuentan entre las extintas. Tal es el caso del águila de Haast (Harpagornis moorei) que ostenta el récord de tamaño entre las águilas. Que no entre las rapaces puesto que existió un grupo denominado Teratornítidos aún más grandes. Entre ellos se encuentra el Argentavis magnificens, un ave de 70 kg de peso y una envergadura alar de apróximadamente 7 metros. Hablaremos de estos Teratornítidos en una próxima entrada puesto que sin duda lo merecen.

El águila de Haast era originaria de bosques frondosos de Nueva Zelanda. Los machos pesaban entre 9 y 10 kg y las hembras entre 10 y 15 kg, por tanto observamos que ya presentaban dimorfismo sexual, bien conocido y presente entre las especies actuales. Esto supone que eran entre un 30 y un 40% más pesadas que las más pesadas de las aves voladoras de hoy en día. El águila viva más grande es el pigargo o águila marina de Steller (Haliaeetus pelagicus) y es en valores redondos, la mitad de grande que el águila de Haast. Su envergadura alar era de unos 3 metros, lo cual es sorprendente porque para un ave de ese peso se esperaría una envergadura alar más grande todavía. ¿A qué se debe esto? La respuesta la encontramos en su hábitat. Estas águilas vivían en bosques muy espesos por lo que unas alas grandes les impedirían su movilidad entre el entramado arbóreo por lo que sus alas tienden a ser más pequeñas y anchas. Esto no es extraño y hoy en día también se observa en especies de hábitat típicamente boscoso o selvático como son el águila harpía (Harpia harpyja) o incluso en los azores (Accipiter gentilis) y gavilanes (Accipiter nisus).

Cráneo de águila de Haast.

Se alimentaba principalmente de otras aves no voladoras también gigantescas como por ejemplo, los moas (de los que hubo varias especies como Dinornis giganteus), que podían llegar a alcanzar los 200 kg. Llegados a este punto cabe preguntarnos, ¿por qué las aves eran tan grandes en Nueva Zelanda? Pues nuevamente la respuesta la vamos a encontrar en el entorno donde vivían. Nueva Zelanda quedó aislada del resto de continentes durante el Cretácico, época donde se extinguieron los dinosaurios hace ya 65 millones de años, lo cual hizo que los mamíferos, por aquel entonces un grupo retraido que comenzaría su verdadera expansión a partir de esa época, no llegara a la isla, por lo que en Nueva Zelanda no existen mamíferos nativos a excepción de un murciélago y una foca. Por contra, cuenta con alrededor de 250 especies de aves autóctonas. En un hábitat con ausencia de mamíferos, las aves evolucionaron y crecieron ocupado los nichos de los mamíferos, alcanzando tamaños sobrecogedores.

Los primeros restos del águila de Haast aparecieron en 1871 en la ciénaga de Glenmark, en la región de Canterbury, situada en la isla Sur de Nueva Zelanda en una excavación de huesos de moa. Hasta la fecha era una especie desconocida para la ciencia. El primer director del Museo de Canterbur, Julius von Haast fue quien describió la especie un año después de que se descubriera, llamándola Harpagornis moorei, en honor a George Moore, propietario del lugar donde fueron encontrados los restos.

El primer hombre en describir a la especie fue Julius von Haast.

Varias son las incorrecciones que se han cometido con esta especie pero que la ciencia ha terminado por subsanar. Hasta que no se han desarrollado las técnicas adecuadas, el estudio de los restos fósiles se hacía frecuentemente por comparación con estructuras análogas de especies más o menos similares provocando con ello númerosos errores. De esta manera, el águila de Haast inicialmente fue catalogada como un ave carroñera debido a que presenta una estructura craneal muy similar a la de los buitres. Pero nuevos estudios del Museo de Canterbury en Christchurch y de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia han demostrado que este águila estaba más que capacitada para la caza. Para ello, reexaminaron con un escáner de tomografía axial computerizada los huesos y llegaron a la conclusión de que poseían una pelvis lo suficientemente fuerte para permitir asestar golpes mortales con las garras lanzándose en picado a 80 km/h. Es por ello, que determinaron que su principal estrategia alimenticia era la caza.

Recreación de un águila de Haast intentando capturar a un moa, una de sus presas predilectas.

Otro error cometido con el águila de Haast fue corregido mediante estudios con el ADN extraído de sus fósiles. Debido a su formidable tamaño en un principio se pensó que este águila debía estar emparentada con el águila audaz (Aquila audax) que es una de las águilas actuales más grandes de Australia y del mundo. Pero los estudios revelaron que no se trataba así y contra todo pronóstico resultó que sus parientes más cercanos eran dos pequeñas águilas del género Hieraaetus, la aguilla calzada (Hieraaetus pennatus) y el aguililla australiana (Hieraaetus morphnoides). Así, se piensa que el águila de Haast evolucionó rápidamente de un antepasado de mucho menor tamaño en el Pleistoceno (hace entre 1.8 millones de años y 700000 años que, en términos evolutivos, es un período muy corto). Se piensa que su cuerpo aumentó mucho de tamaño pero no así su cerebro, gracias a la abundancia de presas de gran tamaño y la ausencia de depredadores terrestres.

El águila de Haast se extinguió hace 500 años. ¿Qué llevó a estos animales a desaparecer? En este caso, el hombre. El ser humano se estableció en Nueza Zelanda hace 700 años y desde entonces comenzó una cacería tanto de las presas del águila de Haast, como los moas a los que también extinguió, como del propio águila. El resultado es el comentado anteriormente, su extinción hace 500 años. Al ser una fecha relativamente cercana, las historias y la rumurología entorno al emblemático ser alado todavía estan presentes y se escuchan leyendas de águilas que eran capaces de capturar niños. Algo que está demostrado que no es una idea descabellada dado el tamaño y la fuerza del ave. Los nativos llamaban "hokiei" al águila de Haast, que correspondería a un nombre onomatopéyico procedente del graznido que emitiría el águila.

Restos óseos de un águila de Haast.

Para terminar esta aproximación al águila más grande que ha poblado la Tierra, sabemos que nunca fue muy abundante y se cree que durante su máxima expansión no contaba con más de 1000 parejas nidificantes en el sur de la isla de Nueva Zelanda. Y como dato (que no he podido contrastar) se sabe que sus plumas eran de color negro, excepto las de la cabeza que eran de color rojo. Sin duda, queda mucho por descubrir sobre los antepasados de las rapaces y las especies extintas hasta la fecha. En general, la ornitofauna de tiempos pasados sigue siendo muy desconocida, pero estimulante y altamente fascinante.



martes, 22 de mayo de 2012

Webcams de aves rapaces.

Hoy que es el Día Internacional de la Diversidad Biológica, una buena forma de celebrarlo es echando una mirada a la naturaleza. Hasta hace relativamente poco la biología de una gran parte de los animales con os que habitamos no era bien conocida. De hecho hoy en día hay muchos aspectos de especies emblemáticas que desconocemos. Pero afortunadamente, los datos que se van obteniendo van conformando una buena base de información muy necesaria. Ya sabemos que para proteger, primero hay que conocer. Para ello el hombre se nutre de numerosas herramientos que el desarrollo tecnológico está aportando en buena medida. Un buen ejemplo es el radiomarcaje, que nos permíte conocer los desplazamientos que hacen diferentes especies como por ejemplo el alimoche y de esta manera conseguimos aproximarnos de una manera más real a un fenómeno tan importante como son las migraciones.

Imagen de la webcam del águila pescadora (Pandion haliaetus) donde se la puede ver incubando.

Una herramienta que está aportando datos valiosísimos son las webcams, cámaras que nos permíten seguir los acontecimientos en la vida de un animal de forma continuada prácticamente las 24 horas del día. Las webcams son especialmente útiles en el seguimiento de aves. Éstas, como todo el mundo sabe, cuentan con una movilidad extraordinaria debida a su modo de locomoción, el vuelo. Volar hace que su estudio sea realmente complicado por parte de los investigadores porque se hace difícil el mantener un seguimiento continuado dado que muchas veces los encuentros son fugaces y por tanto la información, sesgada. Además son animales huidizos, muchos de ellos con hábitats y lugares de nidificación inaccesibles o muy escondidos. En una época tan crítica como la reproductiva esa movilidad se ve reducida al entorno del nido, convirtiéndolo en un punto neurálgico en la vida de estos animales. Por tanto, es una buena época parahacer un seguimiento pero con una desventaja capital, ya hablando concretamente de las rapaces, son aves que no toleran bien las molestias. Pueden llegar a abandonar el nido incluso con la puesta. Siempre hay que tratar con el máximo respeto a estos animales (y en general a todos). Las webcams lo que nos permíten es tener una mirada continuada, muchas veces en situaciones privilegiadas, minimizando las molestias para las aves. Eso las convierte automáticamente en una herramienta muy poderosa con la que obtener esa interesante y valiosa información de cara a tener un conocimiento cada vez más completo de las especies estudiadas. Recordar que cuanto mejor se conozca una especie, mejores decisiones se podrán tomar respecto a su conservación y más adecuadas y eficaces serán las medidas adoptadas para mejorar sus poblaciones.

A continuación os dejo una recopilación de webcams de diversas aves rapaces, algunas de las cuales se pueden ver en la península ibérica y otras no. En ellas podéis lanzar una mirada entusiasta a una ventana de la naturaleza que rara vez podremos ver con tanta claridad. ¡Disfrutad de ellas!

  • Webcam de águila americana o pigargo de cabeza blanca: Maravillosa webcam de esta especie emblemática donde actualmente se pueden ver tres pollos bastante crecidos con el plumaje (de juevenil evidentemente) completo. En breve comenzarán a volar. En esta web también es posible encontrar otras webcams en su zona izquierda de especies como zopilotes y halcones. Conviene que curioseéis un poco por ellas.
  • Webcam de mochuelo: Se puede ver a un mochuelo incubando afanosamente en lo que parece una caja anidadera. Ofrece unas imágenes muy nítidas.
  • Webcam de búho real: Hasta hace pocos días se podía ver un nido en un cortado con los pollos bastante crecidos pero ahora ha sido sustituído por una visión de campo. Desconozco si los pollos abandonaron el nido y han puesto la webcam orientada hacia el entorno. A pesar de ello se pueden ver vídeos de cuando estaban en el nido.
  • Webcam de halcón peregrino: Tres huevos se ven por el momento en esta webcam que nos ha dado momentos muy buenos como una mañana donde vimos comiendo a uno de los padres. Seguro que nos sigue dando bellas imágenes.
  • Webcam de aguilucho pálido: Aunque ahora no parece estar disponible sí que es posible ver vídeos como en el caso anterior del búho real. He preferido ponerla porque es una especie de la que no es fácil observar imágenes como las que revela esta webcam.
  • Webcam de águila pescadora: Impresionante webcam de una especie no menos bonita. Para pasar horas y horas admirando al animal y deleitándonos con los sonidos que lo rodean y ese vaivén hipnótico de la rama que soporta el nido. Una maravilla.
  • Webcam de cernícalo vulgar: Esta es una webcam muy curiosa con una pareja de cernícalos criando a cinco pollos en una jardinera. Una prueba visual de que la naturaleza nos puede sorprender prácticamente en cualquier lugar.
  • Webcam de halcón peregrino: Para terminar otro ejemplo de superación y encima, muy nuestro. Los halcones que crían recurrentemente año tras año en el Museo de América en pleno centro de Madrid. Una joya alada que surca los cielos de la capital.

jueves, 12 de abril de 2012

Mochuelo común o europeo (Athene noctua).

Mochuelo común o europeo (Athene noctua).
Mochuelo común o europeo.
Dimensiones: 29 x 42 cm.
Lápices de grafito: 4H, 2H, F, B, 2B, 4B, 5B.
Papel: YZ Amigos. 110 g/m2

El mochuelo es una pequeña rapaz nocturna de aspecto rechoncho con un tamaño de unos 27 centímetros y una envergadura de apróximadamente 60 centímetros. Pesa alrededor de 130 gramos. De grandes ojos amarilos y expresión ceñuda, tiene un disco facial poco definido, sin penachos de plumas y con unas características "cejas" blancas. El juvenil es más pálido y uniforme.

Se puede encontrar preferentemente en zonas abiertas, cultivos, cercano a parques... Con frecuencia evita las montañas y las zonas arboladas espesas. En España es sedentario. Los juveniles tienen una dispersión de corto radio. Es de hábitos crepusculares, siendo nuestra rapaz nocturna con actividad más diurna. Por ello es sencillo observarla sobre postes de la luz, tocones, montones de piedras, majanos, vallas... Caza desde posaderos, tiene apego al nido y las parejas que forma son estables. Alarmado, se agacha y se mueve de arriba abajo.

Respecto a la alimentación, es muy generalista, fundamentalmente insectívora en verano y complementando su dieta con micromamíferos en invierno. También se alimenta de pequeños reptiles como lagartijas.

Entre abril y mayo realiza una puesta de tres a cinco huevos. Suele alojar el nido en el interior de oquedades, construcciones viejas, agujeros de árboles y ocasionalmente en madrigueras de conejos.

Es bastante gritón en invierno y a principio de primavera. Emiten un grito "quiú" o "mío" similares a maullidos que puede causar la contestación de varios individuos. Los cantos de macho y hembra son iguales. Las egagrópilas son pequeñas, de 3x 1,5 centímetros y de color gris. Con frecuencia presentan algún hueso y exoesqueletos de insecto.

Las plumas de las alas son de color pardo oscuro con manchas claras de forma prácticamente circular y con tonalidades casi blancas por lo que destacan mucho. En la cola tienen cinco o seis bandas de color vainilla-pardo, que se diferencian bien del resto de la pluma que es de color marrón oscuro.

viernes, 6 de abril de 2012

Primera cita de águila volatinera en España y en Europa.

Ayer 5 de Abril se avistó por primera vez en España un águila volatinera (Terathopius ecaudatus) lo que supone también la primera cita de toda Europa. Se trata de un ejemplar subadulto en migración que entró a la península desde el mar por Punta Carnero (Algeciras). Para leer la información de primera mano, podéis pinchar aquí

Águila volatinera (Terathopius ecaudatus). Dibujo de Jenny Hyde-Johnson.
El águila volatinera es propia de África subsahariana llegando su distribución al norte de Suráfrica y estando ausente en las regiones selváticas, puesto que habita terrenos abiertos, principalmente herbazales y sabanas. Se trata de una culebrera con rasgos más propios de los buitres que de las propias águilas culebreras. Las plumas de la cola son muy cortas por lo que da la sensación en vuelo de que no tiene cola y las alas son excepcionalmente largas. Como curiosidad, cada ala cuenta con unas 25 plumas secundarias, lo que la convierte en el ave rapaz con mayor número de estas plumas.

lunes, 26 de marzo de 2012

Nacen siete quebrantahuesos en el centro de cría andaluz de Cazorla.

El Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería  de Medio Ambiente, gestionado por la Fundación Gypaetus, ha culminado  el periodo de cría 2011/2012 con el nacimiento de siete ejemplares de  los diez huevos que la seis parejas reproductoras del Centro de Cría andaluza de Cazorla han puesto.

Quebratahuesos adulto en vuelo.
  
Así, según ha indicado el gerente de la Fundación,  Jesús Charco, desde el nacimiento del primer pollo el pasado 6 de  febrero, y hasta este domingo, son ocho los ejemplares de  quebrantahuesos que han visto la luz en el centro de Cazorla, si  bien, falleció uno de ellos a los pocos días.  En este sentido, ha concretado que, en principio, los siete  ejemplares nacidos se encuentran "bien", por lo que ha expresado que  están "muy contentos" por el desarrollo de esta temporada de cría,  que comenzó en otoño y donde las cifras se resumen en diez huevos  puestos de seis parejas reproductoras, ocho de ellos fértiles, ocho  pollos nacidos y siete viables y en perfecto estado de salud. No  obstante, ha mostrado cierta cautela ante el último nacimiento, cuyo  pollo aún se encuentra siendo vigilado y observado por los técnicos  del Programa andaluz, que prevén trasladarla al nido a finales de  esta semana.

La cría natural, de los nuevos ejemplares de quebrantahuesos  transcurre con normalidad, tres de ellos a cargo de sus padres  biológicos y los tres restantes en los nidos de parejas adoptivas. Un  año más, los especialistas en cría en cautividad de quebrantahuesos  del Centro de Cazorla, acudirán a la doble adopción, es decir, una  misma pareja reproductora del centro de Cazorla sacará adelante dos  pollos de quebrantahuesos. La pareja será 'Cabús'-'Corba' que ha  demostrado sus cualidades para la cría doble desarrollándola con  éxito temporadas atrás.

Por otro lado, Charco ha reconocido que estos siete pollos dan por  "cumplidas" las expectativas iniciales con respecto a esta temporada,  por lo que ha reiterado que están "muy contentos". 

Quebrantahuesos adulto.

En esta línea, ha asegurado que estos datos suponen "un paso más  en el Programa" y ha apuntado que otorgan "más posibilidades de que  este año se den sueltas de ejemplares", frente a la decisión del  pasado año de no liberarlos por la aparición de quebrantahuesos  muertos por envenenamiento.
 
"Damos casi por seguro que este va a haber sueltos", ha afirmado,  aunque puntualizando que "sin quitarle el 'casi'", pues el año pasado  "también lo dábamos así". Además, ha recordado que esta medida estará  condicionada por la posición del Programa Europeo de Especies  Amenazadas (EEP), en el que esta incluido el Programa andaluz del  quebrantahuesos. 

Desde que en mayo de 2011 aparecieran aquellos ejemplos, según  Charco, "no han vuelto a darse más casos, el uso del veneno se ha  reducido en los montes y las inspecciones con perros por los montes  están dando resultados negativos". Pese a estos factores positivos,  "no podemos bajar la guardia frente al uso del veneno", ha  advertido