lunes, 29 de octubre de 2012

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos.
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
 Dimensiones: 29 x 42 cm.
Lápices de grafito: 4H, 2H, F, B, 2B, 4B, 5B.
Papel: YZ Amigos. 110 g/m2
 
Un nuevo dibujo dedicado a una de las rapaces más singulares que pueblan la geografía española, el quebrantahuesos. ¿Cómo es? El quebrantahuesos es un ave rapaz de gran tamaño. De silueta en vuelo esbelta y estilizada, posee unas alas largas y estrechas acabadas en punta y una cola larga en forma de cuña. Presenta un dimorfismo sexual inverso, es decir, las hembras son de mayor tamaño que los machos aunque esta diferencia es pequeña y en condiciones naturales es inapreciable. Respecto a la coloración no presentan diferencias entre ambos sexos. En los adultos el plumaje de la cabeza, el vientre y el pecho varía desde el blanco hasta tonalidades herrumbrosas. Las plumas del dorso, alas y cola son de un gris pizarroso. Son muy características las plumas que nacen en la base del pico a modo de bigotes y los ojos amarillos rodeados del anillo esclerótico rojo. El plumaje propio de los adultos lo alcanzan a los seis años. Antes de adquirirlo presentan una gran variabilidad de libreas asociadas a la edad. Por lo general, los pollos tienen un plumaje muy oscuro que se va aclarando progresivamente hasta alcanzar su apariencia adulta.
 
            ¿Son todos iguales? No. Existen dos subespecies. La que encontramos en España y a la que nos referiremos es Gypaetus barbatus barbatus (Linnaeus, 1758) que habita las montañas de Eurasia y el norte de África. La segunda es Gypaetus barbatus meridionalis (Keyserling & Blasius, 1840) y está presente en el sur y este de África. Esta última se distingue de la primera por poseer una mancha auricular negra, cerdas negras en la cara y calzas muy pobladas.

            ¿Qué come? Se alimenta de restos óseos, pellejos, tendones e incluso pequeñas carroñas. Puede engullir los huesos enteros y digerirlos, hasta un tamaño máximo de 25 cm. de largo y 8 cm. de ancho. El hueso, en caso de superar dicho tamaño, será arrojado repetidamente desde el aire sobre una zona rocosa o pedriza adecuada que se denomina rompedero. Sus requerimientos energéticos superan las 600 Kcal/día, lo que supone entre dos y tres patas de cordero al día.

            ¿Cómo se reproduce? Tiene un ciclo reproductivo muy extenso que comienza a mediados de octubre cuando la pareja inicia el cortejo y acarrea materiales al nido. Éste es una enorme plataforma formada por ramas y forrada con una espesa capa de lana. Algunos años rehabilita nidos utilizados en anteriores temporadas. Ambos componentes comparten las tareas de construcción del nido, incubación y crianza del pollo. Generalmente entre la segunda semana de diciembre y principios de marzo se produce la puesta que suele constar de uno o dos huevos. El período de incubación es de cincuenta y cuatro días tras los cuales nace el primer pollo y cinco o siete días después eclosiona el segundo. Este último pollo está condenado a morir de inanición a causa de la competencia o de la agresión del hermano mayor (fenómeno conocido como cainismo). Su productividad es muy baja (inferior a 0,4 pollos/pareja) El período de eclosión se extiende entre principios de marzo y la segunda mitad de abril.  La estancia en el nido del pollo es de cuatro meses tras los cuales permanecerá en el territorio parental durante otros 70-250 días tras su primer vuelo. Una vez que el pollo haya abandonado dicho territorio, sus progenitores entrarán en celo de nuevo. Los adultos reproductores son sedentarios, pero los jóvenes, subadultos y adultos no reproductores son muy móviles, realizando movimientos dispersivos hasta alcanzar la madurez sexual, momento en el que ocupan un territorio y forman pareja. Los quebrantahuesos son monógamos, aunque se han detectado variaciones en forma de tríos poliándricos o incluso algún cuarteto.

            ¿Dónde viven? Se trata de una rapaz rupícola. Aloja sus nidos en grandes paredes rocosas, generalmente en cuevas, repisas o grietas. La altitud de nidificación oscila entre 600 y 2400 msnm.
            En España, hacia finales del siglo XIX el quebrantahuesos estaba presente en las principales sierras de la península ibérica. Desgraciadamente, hoy en día sólo está presente en la cordillera de los Pirineos y en los montes vascos. Hay proyectos de reintroducción en las sierras de Cazorla, Segura y las Villas y en la cordillera Cantábrica. Cuenta con una población reproductora de 117 unidades reproductoras, repartidas por Aragón (62%), Cataluña (32%) y Navarra (6%). Se desconoce el número de individuos que constituyen la población pirenaica, únicamente puede estimarse que el número de reproductores sería alrededor de 330 ejemplares.

            Mundialmente, el quebrantahuesos habita los principales sistemas montañosos del norte, este y sur-este de África, Europa y Asia, con una población de entre 1000 y 10000 individuos. En Europa está presente en Córcega (7 parejas reproductoras), Creta (4 parejas reproductoras), Pirineos franceses (35 parejas reproductoras), Andorra (1 pareja reproductora) y desde 2004 en los Alpes (20 parejas reproductoras) gracias a un proyecto de reintroducción.

            ¿Por qué hay tan pocos? El quebrantahuesos es una de las aves más amenazadas de Europa. En España consta como En peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y En peligro en el Libro Rojo de las Aves de España. Sus principales amenazas son los cebos envenenados, colisiones y electrocuciones con tendidos eléctricos, disparos e intoxicación con plomo y pesticidas. A su vez, también le afecta la reducción de recursos alimenticios y las molestias humanas cerca de sus lugares de nidificación como actividades turísticas y deportivas.

            En el año 2000 se aprobó el documento Estrategia para la conservación del quebrantahuesos por parte de la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza para asegurar la recuperación de la especie en España.

martes, 16 de octubre de 2012

Las aves rapaces de Nueva Zelanda.

Nueva Zelanda es un paraíso natural que alberga una diversidad tremenda entre las aves a pesar de que desde que llegaran los primeros colonos ingleses y escoceses, introdujeran una gran cantidad de especies foráneas en aras de que aquellas extrañas tierras les recordaran a las de su lugar de procedencia. Para la fauna y flora neozelandesa fue un duro revés y muchas especies se extinguieron fruto de la acción dañina de gatos, ratas... y la competencia de especies europeas que las desplazaban de sus nichos. Por fortuna, muchas de las especies perduran y se han creado espacios protegidos donde se potencia la fauna original y se erradica la introducida y de esta manera aún es posible contemplar una cantidad de aves muy singular. Entre los habitantes más destacados de Nueva Zelanda podemos encontrar kakapos (el único loro nocturno y no volador), el kea (el único loro alpino), la cigüeñuela negra (el límicola más escaso del mundo) o los emblemáticos kiwis de los que hay varias especies.

Paisaje de Nueva Zelanda.

Las rapaces no son un grupo muy diverso en Nueva Zelanda. De hecho sólo encontramos a una especie nocturna y dos diurnas aunque ocasionalmente aparece una tercera especie divagante desde Australia. Vamos a ver de qué especies se tratan.

Comenzamos por la única ave rapaz nocturna presente, se trata del Nínox maorí (Ninox novaesselandiae). Este pequeño búho pertenece a un grupo llamado lechuzas gavilanas. Es de hábitos nocturnos y crepusculares y es al atardecer y al amanecer cuando presenta sus picos de actividad para la captura de presas. Es de tamaño reducido y caza principalmente insectos (como los wetas, uno de los insectos más grandes y pesados), micromamíferos y pequeños reptiles como lagartijas, etc. También dan caza a pequeñas aves dando muestras de una agilidad y velocidad remarcables. Por la noche es muy común oir su canto, al parecer similar al del cuco. Habita en un amplio rango de ecosistemas, desde bosques tropicales, hasta islotes de vegetación en zonas semiáridas, zonas de cultivo o asociado a zonas urbanizadas. Anida en huecos de los árboles o en mechones gruesos de plantas. Se cree que la danza Haka de los maoríes imita el comportamiento de este ave al que llaman ruru.

Nínox maorí.

El aguilucho lagunero del Pacífico (Circus approximans) es el ave rapaz más común en Nueva Zelanda y se ve con relativa frecuencia. Se le puede encontrar distribuido por gran parte de Australasia. Generalmente es sedentario sobre todo en islas pequeñas, en Nueva Zelanda se registran movimientos entre las dos islas principales. Es común que durante la época no reproductora los individuos deambulen en función de la disponibilidad de alimento. Habitan en una gran cantidad de ecosistemas, así se los puede encontrar lagos con carrizos, marjales, llanuras aluviales, herbazales... En Nueva Zelanda a menudo se los encuentra sobre tierras de labranza con hierba baja y laderas y mesetas de tierras altas con vegetación. Se trata de un aguilucho voluminoso y más bien grande, presenta una gorguera facial tipo búho y es común verlo posado en tocones, en el suelo, montecillos y no tanto en árboles. Presentan dimorfismo sexual ya que la hembra es de mayor tamaño que el macho. Su alimentación se basa en aves (tanto terrestres como acuáticas) y sus huevos, mamíferos pequeños, ranas, serpientes y otros reptiles, grandes insectos y ocasionalmente peces. Parece ser que para la población neozelandesa la carroña es especialmente importante, incluyendo peces muertos y víctimas del tráfico.  Puede capturar sus presas en el suelo o en el agua. Algo curioso es que si falla en el ataque no suele repetirlo. Solitario o laxamente gregario, migra en grupos y duerme comunalmente. En la época de reproducción el macho asciende pronunciadamente y desciende en espiral como una hoja que cae en la danza de cortejo. La reproducción tiene lugar entre septiembre y febrero. El nido suele estar construido en el suelo o en aguas muy someras, generalmente entre carrizos y ocasionalmente en vegetación muy exhuberante. Como curiosidad, los individuos presentes en Nueva Zelanda pertencen a la subespecie Circus approximans gouldi que se caracterizan por ser más oscuros por arriba y más listados por abajo.

Aguilucho lagunero del Pacífico.

La otra rapaz diurna que se encuentra en Nueva Zelanda es el halcón maorí (Falco novaezeelandiae), mucho menos común que el aguilucho que hemos visto anteriormente pero no por ello se teme por sus poblaciones. Es endémica de Nueva Zelanda y está bien distribuído por su geografía. Es la especie de  halcón más meridional excepto los tres que crían en la Tierra del Fuego. Los adultos son sedentarios y los jóvenes un poco más dispersivos. Aunque los halcones suelen habitar zonas montañosas, el halcón maorí está adaptdo a vivir en bosques originalmente indígenas y matorrales densos aunque debido a la gran deforestación se ha adaptado a herbazales y pastizales. Se trata de un halcón de tamaño mediano a grande y poderoso, de alas pequeñas y cola alargada. Se suele posar en árboles a la vista pero también dentro de la copa. Varía muy poco el plumaje entre sexos y la principal diferencia es que la hembra es de mayor tamaño. Captura principalmente aves (el 80% de las capturas), también algunos mamíferos (el 3% de las presas pero representan el 40% de biomasa que ingiere), lagartos e insectos y excepcionalmente carroña incluyendo pescado. Captura las presas en vuelo, en el suelo o entre el follaje, comúnmente caza al acecho también desde una percha. Suele atacar en vuelo directo, persiguiendo a la presa e incluso siguiéndola dentro de matorrales o edificios si es necesario. Las parejas pueden cazar en cooperación. Normalmente solitario o en parejas. Los vuelos de exhibición son circulares con diversas formas de juegos y picados fingidos y persecuciones simuladas acompañadas de acrobacias y reclamos. La reproducción se da entre septiembre y febrero. La puesta, de entre 2 y 4 huevos, tiene lugar en una depresión en la hierba o en el suelo, en un saliente de un risco, en el suelo debajo de un tronco o de vegetación densa, en epífitas que crecen en troncos de árboles muertos. 

Halcón maorí.

Como puede verse, son lugares muy poco comunes para la puesta de un halcón y esto se observa en muchas de las aves endémicas de Nueva Zelanda. Ante la ausencia de depredadores terrestres, principalmente mamíferos, estas aves podían nidificar en el suelo o en sitios accesibles con relativa seguridad, por ello tanto el halcón, como los loros que hemos citado antes (el kakapo y el kea)... nidifican en el suelo. Tal es la seguridad que las aves tenían en el suelo que muchas de ellas perdieron la capacidad de volar, como el kakapo o el weca o el takahe que son dos especies de rálidos ápteros, el primero es una especie de rascón y el segundo de calamón. También existe un cormorán con alas atrofiadas y otros ilustres pájaros no voladores son los mencionados kiwis. Hace 200 años con la introducción de gatos y ratas principalmente por parte de los colonos, las poblaciones de estos pájaros empezaron a descender drásticamente porque los nidos quedaban al acceso de estos nuevos depredadores. Este es un buen ejemplo de como las aves se adaptan evolutivamente a un entorno libre de depredadores terrestres y como la introducción de especies invasoras puede tener consecuencias catastróficas.

La tercera de las aves rapaces que podemos encontrar en Nueva Zelanda es el cernícalo australiano (Falco cenchroides) que no siempre se encuentra en las islas si no que se trata de un divagante ocasional. Estos individuos divagantes son generalmente inmaduros pero su presencia es poco frecuente. En el período de 1889 a 1965 se observaron sólo 15 individuos y en 1969 se produjo una pequeña irrupción. Por tanto, la presencia del cernícalo australiano se convierte en casi circunstancial y producto de los movimientos de ejemplares procedentes del sur de Australia, de las islas de Norfolk y Lord Howe o de Tasmania donde sí se reproduce. Se trata de un halcón pequeño, similar en tamaño, forma y carácter al cernícalo vulgar presente en España. Captura pequeñas aves, mamíferos, insectos y reptiles.

Cernícalo australiano.

Pues bien, a pesar de que la representación de aves de presa en Nueva Zelanda no es muy abundante en cuanto a su número, podemos comprobar que la singularidad (y la insularidad) del hábitat hace que las cuatro especies presenten curiosidades muy reseñables. Si alguna vez tenéis la fortuna de viajar a Nueva Zelanda no perdáis la oportunidad de disfrutar de su fauna que es francamente peculiar y extraordinaria.

lunes, 8 de octubre de 2012

El número 6 de Journal of Feelsynapsis (JoF) ¡ya está disponible!

Nuevo número de la revista online y gratuita que divulga la ciencia de una manera fácil, amena y para todos los públicos. La podéis descargar directamente en pdf aquí o podéis leerla directamente en el ordenador aquí.

Portada del nuevo número de Journal of Feelsynapsis.

La calidad del proyecto queda demostrada de nuevo en esta nueva revista, repleta de artículos interesantes y de actualidad. De esta manera, los Joferos nos invitan a visitar Marte de manos del Curiosity, descubrir más sobre los imprescindibles anticuerpos, conocer qué son las células madre de las que todo el mundo ha oído hablar pero no todos saben sus tipos y aplicaciones, aprenderemos más sobre el cáncer, una enfermedad que por desgracia está muy presente en nuestro día a día, averiguaremos si los alimentos funcionales que tan de moda están en nuestros supermercados, son funcionales realmente... y mucho contenido más que os animo a leer y sobre todo a disfrutar.

En el presente número podéis encontrar un artículo escrito por mi y por Leticia Puerta sobre el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). En él tratamos de acercar la biología de esta impresionante rapaz y su actual situación poblacional asi como sus amenazas. Como podéis comprobar un recorrido bastante completo por la vida de una de las rapaces más fascinantes y que más secretos y curiosidades guardan de nuestra fauna. Espero que lo disfrutéis tanto como yo me he divertido al escribirlo y dibujarlo.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Uno de mis dibujos que podréis encontrar en la revista.

 No quería terminar sin agradecer a todos mis compañeros/as de JoF la dedicación y el esfuerzo volcados en el proyecto, cada número que se publica se superan. ¡Enhorabuena compañeros!


Podéis encontrar todos los números de Journal of Feelsynapsis en este mismo blog en la pestaña dedicada a la revista.